Cómo aprovechar al máximo el aire
Todos necesitamos aire para que nuestro cuerpo funcione, principalmente el oxígeno alimenta nuestro cerebro, corazón y músculos. Llevar el aire a nuestros pulmones para proporcionarles oxígeno, es algo que hacemos de forma natural por necesidad sin pensar en ello.
Este mecanismo respiratorio automático y puede llegar a producir patrones erróneos al respirar lo que podría generar ansiedad, hiperventilación, la disminución del suministro de oxígeno, lo cual puede llegar a producir, dolor de cuello, pecho, dolores de cabeza y el compromiso de las funciones orgánicas.
Respiración abdominal
El músculo principal de la respiración a menudo se ignora y, en cambio, se sobre utilizan los músculos secundarios de la respiración que son mucho más pequeños.
El músculo principal de la respiración es el diafragma, es un músculo grande y muy fuerte que conecta la columna vertebral y las costillas. Al utilizar el diafragma la captación de oxígeno será mas eficiente. Además, el movimiento ascendente y descendente del diafragma actúa como una bomba para masajear y aumentar el suministro de sangre a los órganos del abdomen.
Respirar profundamente
La respiración superficial y rápida hace que el cuerpo y la mente trabajen a un ritmo con el que no se sienten cómodos.
Respiración nasal
Tarda más en llenar los pulmones, por lo que la hiperventilación es menos probable y el ciclo respiratorio se vuelve más relajado.
Impide que muchos virus y bacterias lleguen a los pulmones
Disminuye la pérdida de agua
Calentamiento del aire entrante para disminuir la irritación de la garganta
Respiración rítmica
Respirar rítmicamente tiene un efecto calmante sobre el cuerpo y la mente. Puede ser utilizada como herramienta para calmarse durante los periodos de estrés.